El poner una comida balanceada no tiene que sentirse como formar un rompecabezas de 1,500 piezas.
Mientras obtengas el monto adecuado de carbohidratos, proteína y grasas--que necesitas--en cada comida o refrigerio, estas en el camino indicado.
Vamos a formar tus comidas en pasos simples:
1. Calcula los carbohidratos en cada comida. Mantente en el nivel más bajo para empezar, esto te ayuda a saber cuántos carbohidratos tu cuerpo puede procesar.
2. Incorpora al menos tres onzas de proteína baja en grasa (pollo, huevos o pescado) en cada comida.
3. Añade una porción de verduras sin almidón con menos de cinco gramos de carbohidratos. Proponte por lo menos tres porciones o más de verduras al día. Puedes tratar: espárragos. Apio, lechuga verde, jícama, chiles, frijol de vaina, calabaza, cebolla y pepinos.
4. Usa grasas saludables (como aceite de oliva) para cocinar su comida o agrega aguacate, nueces y semillas a tus ensaladas o comidas.
Ahora, hablemos de tus meriendas. Una merienda completa contiene la combinación de carbohidratos, proteína y/o grasas saludables.
Pongamos en práctica. Aquí está lo que significa un día de comer balanceado.